
Vivimos en la época de las distracciones, tenemos tantas herramientas y actividades diarias que sentimos que 24 horas no nos alcanzan para completar todas las ideas que nos pasan por la mente diariamente.
El enfoque tiene que ver con priorizar, organizar nuestras ideas, sueños, metas, tareas encaminadas a cumplir nuestros propósitos y metas.
Cuando estás orientado a una sola cosa a la vez, los resultados son exponenciales y te acercas más al éxito, pero sino sabes cuáles son tus prioridades, estarás desenfocado y cualquier cosa que te pase por el frente, será tu mayor entretenimiento y perderás tiempo importante, y esto es peor que procrastinar, porque lo haces sin darte cuenta, de manera automática. Porque el que no sabe para donde va, cualquier camino le sirve.
Todos los grandes líderes de la historia y los actuales, tienen algo en común, el buen uso de su tiempo; no empiezan otras actividades antes de concluir las 3 a 5 principales que hayan agendado.
Esto aplica no solo para el día a día; existe un gran problema con los emprendedores y más si son de mi generación millennials, especialistas en empezar y nunca terminar los proyectos e “ideas millonarias”, abarcamos tanto que ya ni nosotros mismos cabemos cuando debemos concluir alguno de esos geniales proyectos. Pecamos de soñadores en exceso, no aterrizamos bien las ideas, no solemos aplicar el enfoque en prioridades, no tenemos paciencia para esperar el tiempo necesario para ver resultados y por eso al poco tiempo nos desencantamos y pasamos de tener grandes sueños a tener grandes fracasos y seguimos sumando números a las estadísticas de que solo el 25% de los emprendimientos sobreviven en América Latina. (Fuente Instituto del Fracaso)
Creo que la clave está en tres palabras consistencia, paciencia y persistencia.
Es difícil fallar cuando te especializas en un tema que sabes que significa soluciones, respuestas a preguntas externas y mejora de la vida de otros. Por eso, toma una sola idea y obsesiónate con ella, hasta que sea una realidad.
Si algo he aprendido en mis años como adulto, aunque sigo teniendo corazón de niña grande, es que no basta con ser inteligente, hay que ser sabios y usar todo el conocimiento que se obtiene en hacerse extraordinariamente bueno o excelente en algo.
Mi mejor estrategia es tener objetivos y metas claras y ponerme tareas diarias que vayan acorde a esos objetivos, realizar y revisar cada semana los planes propuestos y logrados. Cada 90 días reestablecer nuevas metas y solo poner mi foco en lograr esas metas.
¿Qué sea siempre fácil? No, no lo es, muchas veces pierdo la noción del tiempo en cosas tan poco productivas que cuando llega la noche me quedo insatisfecha porque no hice nada trascendental acorde con lo que quería, y es frustrante perder horas importantes que sabes que luego las vas a necesitar para avanzar en tus planes.
Trata de analizar qué es lo que quieres antes de que finalice el año, y revisa si tus días te están alejando o acercando a que llegues a diciembre con satisfacción o arrepentimiento, ¿cuál quieres sentir?, ¿cuál te pesará más?
Comienza por aclarar tu mente, tus pensamientos, tus planes y escoge las 5 principales prioridades que entiendas darán pie al logro de tus metas, ponle horas especiales donde te dedicarás únicamente a completar esas tareas y no harás ni tendrás otras cosas hasta que finalices esa actividad, esto es estar enfocado, y hará que alcances lo que quieres en menos tiempo si lo haces de forma repetida y crees que lo lograrás.
Bien lo dice Stephen Covey en su magistral libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”: “No todo es importante y no todo lo importante es una prioridad”.
Has escuchado o leído la frase que dice: «La gota rompe la piedra, no por su fuerza sino por su constancia», así es el poder el enfoque.
No te enfoques en los problemas, en lo que no tienes y te hace falta, el enfoque es hermana del agradecimiento, eres un ser abundante y la prosperidad solo llega a quienes se levantan todos los días agradecidos por quienes son, por lo que tienen, sea mucho o poco y por lo que han logrado, y más que nada entienden que todo va a salir bien, que, trabajando sus fortalezas con dedicación, esmero, constancia, perseverancia y una mentalidad positiva de crecimiento, todo lo bueno llegará.
Selecciona una sola cosa a la vez diariamente, dedícate a ella en cuerpo, alma y corazón hasta realizarla. Enfócate, prioriza, enfócate. Vuélvete el o la mejor en eso.
Hoy te invito a que tomes el control de tu vida y que te pongas las orejeras de los caballos y tapones en los oídos para emprender el camino hacia tu éxito personal y/o profesional. Sé perseverante con tus sueños, deseos, proyectos, relaciones. Aleja las distracciones que te impidan conseguirlo, no pierdas el norte, mantén tu vista en tu meta y celebra cuando llegues.